Alimentos beneficiosos si practicas marcha nórdica
¿Sabías que lo que comes influye directamente en cómo te sientes cuando haces ejercicio?
Si has descubierto la marcha nórdica como una forma efectiva de moverte más y mejor que antes, este artículo es para ti.
Lo mismo que puedes cuidarte sin necesidad de entrenar hasta la extenuación, también puedes mejorar tu energía y tus resultados sin renunciar a los pequeños placeres de la vida.
Hoy quiero hablarte de algo que a veces olvidamos: la alimentación también puede ser tu aliada para recuperar vitalidad, sentirte más ligera y disfrutar mucho más de cada salida de marcha nórdica.
1. El desayuno que te impulsa… o te frena
Después de los 50, muchas veces sientes que te falta «chispa» al empezar el día.
¿Y si el problema no fuera tu edad sino lo que desayunas? Si tomas solamente un café con una tostada o bollería, no estás dándole a tu cuerpo el combustible que necesita.
Empieza el día con un buen desayuno: incluye algo de proteína (como huevo, yogur natural o un poco de queso fresco), frutal y algo de pan integral o avena.
Te sentirás más saciada, menos hinchada… y, lo mejor, con más fuerza para acometer una buena sesión de marcha nórdica.
2. Hidratación: el secreto invisible de la vitalidad
Muchas mujeres que practican marcha nórdica sienten fatiga sin saber por qué.
¿Y si te digo que muchas veces es por no beber suficiente agua? A tu edad, el cuerpo pierde sensibilidad a la sed.
Puedes estar deshidratada y no darte cuenta… hasta que lo notas en forma de cansancio, rigidez muscular o dolor de cabeza.
¿Mi consejo? Lleva siempre una botellita de agua en tu mochila o riñonera. Bebe antes, durante y después de caminar. Notarás cómo tu cuerpo responde mejor y te recuperas antes.
3. Alimentos que cuidan tus músculos
Hacer marcha nórdica activa muchos músculos que quizá llevaban años dormidos.
Pero para que se tonifiquen y te ayuden a mejorar tu figura, necesitan su alimento: proteínas de calidad. No hablo en este momento de batidos de proteínas (recomendables en muchos casos), sino de alimentos reales como huevos, legumbres, pescado, yogur o frutos secos.
Incorpora una fuente de proteína en cada comida. Así ayudarás a tus músculos a recuperarse, mejorarás tu postura y tendrás un cuerpo más firme.
4. Cuida tus articulaciones
Si tienes molestias en rodillas, caderas o tobillos, no pienses en que únicamente se debe al calzado que usas o al terreno .
También puedes sentirte mejor con lo que comes. Algunos alimentos tienen efecto antiinflamatorio y ayudan a reducir ese dolor que aparece tras caminar o al día siguiente.
Incluye en tu dieta: salmón, sardinas, aceite de oliva virgen extra, cúrcuma, jengibre, nueces o aguacate.
Evita en lo posible los ultraprocesados, azúcares añadidos y harinas blancas, que inflaman y te hacen sentir más rígida y pesada.
5. El placer también alimenta: equilibrio sin culpas
No hace falta renunciar al vino, al pan o al chocolate para cuidarte. Lo que necesitas es que lo tomes de forma esporádica.
Si comes bien la mayor parte del tiempo, puedes disfrutar de tus pequeños caprichos sin ninguna culpa. La clave está en la moderación, no en la prohibición.
La marcha nórdica te ayuda a crear un vínculo brutal con tu cuerpo.
Y cuando empiezas a sentirte mejor, también quieres comer mejor, no por obligación, sino porque por fin notas que todo encaja.
En resumen: comer bien no es hacer dieta, ni mucho menos. Es darle a tu cuerpo lo que necesita para que puedas volver a sentirte fuerte, con energía y con ganas de hacer cosas.
La marcha nórdica «pone en marcha todo tu cuerpo» y tu alimentación le da la gasolina que necesita.
Si pasas de los 50 y quieres verte y sentirte mejor, ¡ponte en marcha ya!